La acomplejada

Es esta chica que me caía muy bien por lo resuelta, no-complicada y directa que revivió luego de unos años de adolescencia y ausencia.

Salí un par de veces con la piba, junto con un grupo de amigos al cual ambos pertenecemos -o pertenecíamos-, allá terminando mis años de secundario. Ella levemente menor en edad que yo.

Como en esa época me enamoraba cada cinco minutos, fue ella quien puso distancia si mal no recuerdo. O bien, fui yo el que me alejé tras una excusa simple y bastante barata.

Al cabo de unos años la vida nos reúne. Luego de una salida con viejas amigas, donde fui acompañado de un amigo, quedamos en grato contacto y no tardó la cita a solas.

Después de ir a tomar algo a un bar, nos montamos en el corcel de un Juan.

Al cabo de unas veinte cuadras y sin más interrupciones que algunos silencios, llega la pregunta: ¿un Juan, qué estás buscando vos?

PAREN.

Rewind.

... llega la pregunta: ¿un Juan, qué estás buscando vos?

Saco la vista de la calle y la miro mientras le pregunto:

-¿Y esa pregunta? ¿Cómo que qué estoy buscando?

Y ella: -Claro, ¿qué querés vos? ¿qué esperás de esto?

Vuelvo a quitar la vista del asfalto y mirándola le pregunto:

-¿Cómo que qué estoy esperando de esto? ¿Qué es "esto"?

Ella: -No sé, lo que sea que fuere...

Estaciono.

-A ver... esto es un reencuentro después de muchos años de dos personas que se llevan bien, que se calientan bastante y que se tienen más ganas que Don Fernando y María Ladelbarrio, ¿a qué vienen todas estas preguntas?

-No, a nada, eso... igual hoy no podemos ir a ningún lado. Estoy indispuesta.

-Ah.

-Además tengo que contarte una cosa antes que pase nada...

-Ajá.

-Yo nunca... o sea... siempre que... o sea, yo nunca que estuve con un pibe pude acabar.

-Ah.

-O sea, sí, creo que una vez con mi ex.

-Creo...

-Sí, posta, es muy difícil para mi, y siento que te tenía que decir esto antes de que pase cualquier cosa.

-Bueno, igual hoy no va a pasar nada por lo que me contás. Digo, por la indisposición, no por lo otro.

-Sí, hoy mejor no.

-Ajá.

Intentó resarcir su indiscreción dentro del carruaje un par de horas.

Nunca más la vi.

Recientemente me mandó unos emotivos mensajes findeañeros con una sed de sexo adeudado que da estupor al leerlos.